Es muy sencillo,..mi nombre es Orlando Lagos Acuña, nací en Santiago, y estudié en el Colegio San Ignacio A.O.-
Cuando llegué al colegio, era el único que usaba unos lentes de vieja, negros, redondos,..y obviamente, no faltó el compañero de curso, en marcarme para siempre con el apodo de Topo.- Obvio, los topos ven poco.
Víctima de mis constantes expulsiones de clases, porque me pillaban dibujando en todo momento,..pruebas, gimnasia, clases de religión, y casi hasta en misa, agarré vuelo y propuse dedicarme a este lindo arte del dibujo, especializándome en el humor gráfico, con comentarios de actualidad.
Mi futuro estaba en los monos, pero como los tiempos aquellos eran de censura, tuve que estudiar una carrera universitaria, apoyado cariñosa y desinteresadamente por la familia Bórquez-Lagos, en Chillán, debido a que mi padre había fallecido cuando cursaba el sexto de humanidades B.-
Una de mis últimas expulsiones en el colegio, se produjo al dibujar al Rector del colegio, “Ramitos”, pilucho, con todas sus presas al aire, en la puerta de un baño, y otros “grafitis” en las murallas de los dormitorios de los curas en el 4to piso.
Para esto usé la tinta instantánea top de la época de marca 2-S, Fulton.
A la media hora, ya sabían quien había sido el autor de tamaña afrenta. Llegué a mi casa, escoltado por el inspector de patio, Rotitoro, conocido así por todos, y entregado a mis padres en calidad de criminal de la gráfica e inmoral del lápiz.
Ya no recuerdo si me sacaron la cresta o no, sólo sé, que, todo lo anterior me marcó mucho, y fue para bien.-
Sumándo y restando, puedo confesar que el humor, la alegría más el pensamiento positivo, han sido importantísimo a lo largo de mi vida.
Se los recomiendo
Sobretodo, para salvar de muchos dolores, problemas, e incomprensiones.
Eso es a grandes rasgos, mi currículum vitae, claro que, más resumido que torpedo de física.